jueves, 20 de septiembre de 2012

SEIS, SIETE, OCHO

En medio de la noche
en el centro de mi alma
en una onírica ventana
te apareciste de la nada
una presencia tan fuerte y nítida
que casi me desgaja el corazón

Era un encuentro azul
todo era azul
hasta tus labios
y era una cita de reproche
porque enjaulaste nuestras cosas
en un triste aparador
a causa de mis palabras libres

Era un sueño pétreo pero hermoso
uno de reencuentro
uno que deseo tanto
un sueño que sueño despierto
un sueño que preciso para seguir vivo
dame solo una palabra que repare todo
en un sueño de día
a la luz del sol de primavera